En los sesentas era casi imposible apreciar personas de color en
las series de TV americanas (“Mi bella genio”, “Hechizada”, “Los locos Adams”,
etc.). Luego en los setentas y ochentas
aparecen series con personas de color (“Arnold”, “El Show de Bill Cosby”, etc.).
¿Curioso no? Pero nada es casualidad. Recordemos el racismo imperante en USA en
los sesentas. Sidney Potier rompería estos esquemas en el cine con “Al maestro
con cariño”, ganando un Oscar. Finalmente, a mediados de los noventas, las
series comienzan -casi por norma- a introducir homosexuales y lesbianas
(Friends, etc.) para que sea visto como algo “normal”. ¿Les suena conocido?
Establecer lo que es normal o anormal dependerá de lo que sea natural, y hay
propuestas que no son naturales pues van contra la ley natural y la naturaleza
del ser humano: el “matrimonio” entre homosexuales, la adopción de menores por
parejas homosexuales, etc. Pronto se debatirá un nuevo Código de la Niñez y la
Adolescencia. Todas las ONGs pro aborto (Flora Tristán, Promsex, Manuela Ramos,
etc.) “pseudodefensores de la niñez y adolescencia”, preparan sus consabidas
estrategias para presentarnos como “natural” y como nuevos “derechos
fundamentales”: el aborto, los “derechos sexuales y reproductivos”, el reparto
de anticonceptivos, la “libertad sexual” de los adolescentes, la capacidad plena
de ejercicio a partir de los 14 años (sin conocimiento de los padres), etc.
propuestas que ponen en riesgo la integridad moral, física y psíquica de los
menores de edad, su derecho a la protección contra el abuso sexual, etc. Toda
una estrategia para implantar el control natal en países pobres, promoviéndose
simultáneamente el inicio de una vida sexualmente activa desde la adolescencia.
La estrategia es simple: que lo anormal parezca normal. Podrá “parecer” pero
nunca será natural, esto es, lo mejor para el ser humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario