sábado, 15 de junio de 2013

PARTICIPAR EN POLÍTICA: UN DEBER


Siempre he opinado que existe una obligación moral de todo ciudadano de participar en política. Recientemente el Papa Francisco declaró que “constituye un deber”, una obligación de todo cristiano, involucrarse en política. “Nosotros no podemos jugar a Pilato, lavarnos las manos… Debemos inmiscuirnos en la política porque la política es una de las formas más altas de la caridad, porque busca el bien común. Y los laicos cristianos deben trabajar en política". El hombre es un “animal político” decía Aristóteles. En el Perú, todos tendemos a ser críticos con el gobierno de turno. Sin embargo, ¿Quiénes se animan a participar en política para hacer un Perú mejor y revertir las cosas que vemos? En muchos casos personas mediocres o incapaces, tanto profesional como moralmente hablando, que sólo buscan lucrar o entornillarse el mayor tiempo posible, “viviendo” de la política. Entonces, ¿De qué nos quejamos? ¿Cuántos quieren verdaderamente servir a su país? El político –desde el Presidente hasta el último conserje- es un servidor público que está donde está para servir al país y no servirse del país. ¿Qué es complicarse la vida? ¡Por supuesto! Como todo en la vida: "No son cosas fáciles porque la vida no es fácil. La política es demasiado sucia… ¿Por qué es sucia? ¿Por qué los cristianos no se han involucrado?" Porque somos comodones. Si puedes involucrarte, es un deber moral pensártelo e involucrarte, de ser posible. ¿Cómo hacerlo? La vía normal es un partido político, pero ¿Es posible? Difícil, pues la mayoría están atorados de argollas con viejos políticos que difícilmente te dejarán participar u ocupar puestos con posibilidades de acceder al Congreso. ¿Formar un partido? Peor. Requiere cientos de firmas, tiempo y dinero. En todo caso, veremos cómo. ¿Que constituye un deber? No cabe duda. De otra manera… no nos quejemos.

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