Cuando hace un par
de semanas llamamos la atención sobre una nueva alza de la gasolina y señalamos
que simplemente no pasaba nada, que nadie reclama, no nos imaginábamos que
nuestro “inclusivo” gobierno subiría nuevamente tan pronto los precios de los
combustibles. Recordamos como la gasolina subió de precio por lo menos quince
veces desde que Humala asumiera la Presidencia. Ahora sube la gasolina de 84 y
90 octanos lo cual afectará a por lo menos un millón y medio de consumidores.
Así mismo, el diesel se podría incrementar
en 3.8%, tras ajustarse las bandas que regulan el Fondo de Estabilización de
los combustibles. Si bien el precio del crudo se redujo en 0.91% y cerró en US$
94.62, en general mantiene tendencia al alza, desde los US$ 88 que cotizaba a
fines de julio. Así mismo, las gasolinas de 95 y 97 octanos, tras ser retirados
del citado Fondo a inicios de año, han sufrido constantes alzas. Desde fines de
julio hasta fines de agosto han sufrido cuatro alzas, un total de 9%. Por otro
lado, el nuevo ajuste podría significar un alza de 3.8% en el precio del diesel
B5 (S/. 0.50 por galón). Si bien sabemos que no es una
regulación de precios de venta al público, sino un mecanismo para controlar la
volatilidad de precios del mercado, el efecto es el mismo: suben los
combustibles y todo sube. Lo repetimos: la gasolina en el Perú es una de las
más caras del mundo. De cada galón de gasolina, más de un 70% son impuestos. ¿Por
qué el gobierno no reduce dichos impuestos? Porque es recaudación fácil. Nadie
se queja y ¡Cuidado que nadie desea un “Conga energético”! Al parecer, nos
gusta la gasolina cara y nuevamente… ¡No pasa nada!
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