jueves, 27 de septiembre de 2012

¡GOBERNABILIDAD S.O.S.!


De acuerdo con la última encuesta de Poder de Ipsos Apoyo, el presidente Humala es la persona más poderosa con un 82%, mientras que Nadine Heredia lo es con 80%. Un empate técnico. El 62% considera que existe un cogobierno de la pareja presidencial. El presidente declaró: “El que gobierna soy yo, no hay cogobierno”. Sin embargo, la percepción es que Nadine es la persona que más influye en el mandatario. Una cosa es tener poder y otra gobernar. Poder viene del latín “potes”: tener expedita la facultad o potencia de hacer algo. “Poder político” es la consecuencia del ejercicio de funciones por parte de personas que ocupan un cargo representativo (presidente, congresista) o ejecutivo (ministro). El presidente tiene poder político. Fue elegido para presidente. Nadine carece de poder político, pero tiene “poder de hecho”: el que se ejerce al margen de los cauces formales y no está legitimado. Se puede tener poder y no gobernar, derivando en falta de autoridad. Gobernar no implica necesariamente poder político. Los “grupos de poder” gobiernan y carecen de poder político. Se puede tener poder y no ejercerlo. Lo sucedido en el VRAEM (¡Más papelones!), las interminables y violentas huelgas de Salud y Educación, la presencia de Sendero en universidades, gremios sindicales y movimientos (Movadev / Conare), etc. obliga a preguntarnos: ¿Nos encontramos a las puertas de una crisis de poder o de gobernabilidad? Definitivamente de gobernabilidad. Gobernabilidad significa estabilidad institucional y política; consistencia y efectividad en la toma de decisiones; y la administración para la continuidad de reglas e instituciones. El gobierno debe cuidar la gobernabilidad no perdiendo autoridad y ejerciendo bien el poder que el pueblo le ha otorgado. Churchill dijo: “La política es más peligrosa que la guerra, porque en la guerra sólo se muere una vez”. El presidente ahora ya lo sabe.

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