¿Histórica decisión? ¡Triste decisión! la del Senado uruguayo al aprobar una ley que despenaliza el aborto. Decisión que no enaltece al parlamento uruguayo sino que, al contrario, lo denigra. Uruguay es el segundo país en América Latina, además de Cuba, en admitir el aborto, esto es, el asesinato del que está por nacer, primando el egoísmo humano en su más salvaje manifestación. José Mujica pasará a la historia como el presidente que aprobó el asesinato descarnado de cientos de niños, al igual que Hitler aprobó el asesinato de miles de judíos. No es una cuestión de cantidad de vidas humanas asesinadas sino de la esencia de un hecho: el asesinato permitido por una ley que, obviamente, no constituye Derecho en el sentido más profundo del término, como tampoco fue Derecho las leyes promulgadas por el Parlamento alemán controlado por Hitler y sus huestes nazis. Esta ley exige que las mujeres “justifiquen” su “decisión” (el asesinato) frente a un panel de “expertos”, debiendo esperar 5 días antes de confirmar que quieren continuar con el “procedimiento”. La “justicia” no intervendría excepto con menores de edad, los cuales recibirían el aval de un juez, con o sin permiso de sus padres. Se viola la patria potestad y el derecho de los padres a educar a sus hijos, típico de los estados totalitarios como China o Cuba. La ley también despenaliza los abortos cuando, luego de 12 semanas, la vida de la madre está en riesgo o el feto sufra patologías graves y, hasta las 14 semanas, en el caso de embarazo por violación. “Es un gran paso” expresó el senador oficialista Michelini. Un gran paso a la deshumanización y bajeza del hombre. La cultura de la muerte se impone. Luego, cualquier cosa puede suceder. ¡Triste decisión!
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